sábado, 21 de marzo de 2009

Humor cotidiano

A veces me dejan completamente asombrada las parodias humorísticas que reflejan pequeñas tonterías pero que son grandes verdades y todos vemos alguna de nuestras historias reflejadas en ellas. Hoy me ha sorprendido ésta. ¡¡¡Madre mía lo que me he reido con el cargador del móvil!!!



¡La cantidad de gente que teníamos el nokia 3310!, que daba igual que se te olvidase el cargador, que alguien tenía uno para dejarte. Y ahí está el pobre, cubriéndose de polvo en un recóndito cajón, junto con su móvil que aguantó para mucha gente más que ningún otro. Cuando ya todo el mundo tenía un "celular" (como lo llaman más allá del océano) de nuevas tecnologías todavía pululaba por ahí este nokia en los bolsillos de muchas personas (a mí me costó dejarlo desde luego, era como una droga). Algún día estará expuesto en un museo de "Primeras tecnologías del pasado".
Y bueno, el detalle del celo, para la pestaña... jajajajajaja, como dicen por ahí ¡no puedo con la vida!

P.D. La historia del spectrum no tiene desperdicio tampoco. Pura nostalgia ¡¡¡Un beso a todos los que tuvieron un spectrum!!! (Para los de amstrad un abrazo sólo).



¡¡¡Me encantan las historias de la cinta VHS!!! ¡¡¡Qué grande!!!

jueves, 19 de marzo de 2009

Arte extremo ovejil

No tengo palabras para definir la expresión que se ha quedado en mi cara al ver este vídeo.
Una mezcla entre alucine, sorpresa, miedo por la preocupación de qué tipo de personas que nos rodean se dedican en su tiempo libre a realizar este tipo de... ummm, no sabría cómo describirlo... bueno, este tipo de "arte" (o así lo llaman ellos), pero por otro lado impresionada por la creatividad humana, anonadada. En el fondo resulta espectacular. Y la verdad, también se me escapó una sonrisa porque es muy gracioso verlo. Entre esta obra maestra y muchas formas de nuevo arte, me quedo sinceramente con esto, sin pensarlo demasiado la verdad. Podrá parecer una frikada o no, pero estoy segura que nadie queda indiferente.
Ahí va, por compartirlo, porque el esfuerzo de quiénes han hecho esto merece ser difundido por todas partes. ¡Toda una performance ovejera!




Vídeo aportado por Janúnculo.
Decid todooooooosss: ¡¡¡Gracias Janooooooo!!!

domingo, 1 de marzo de 2009

¡¡¡Vikings of Metaaaaaaaaaaaalllllllll!!!


Y así nos reuníamos. Ataviados en el disfraz diurno de la normalidad antes del comienzo de la batalla que estaría por llegar.
El campo de batalla debíamos preparar. Un día para ello. Un día para alimentarnos y satisfacer nuestros más oscuros vicios antes de una lucha sangrienta. Un día de normalidad antes del correr de la sangre y las vísceras.



Nuestra preparación comenzaría con una sana dieta que nos proporcionaría la fuerza estomacal necesaria para soportar la visión de la muerte.




La ambrosía fortalecedora que el dios GuilleOdin, señor del vino y el trueno, nos otorgó...




...y que nos proporcionaría el renovar de los líquidos que circulan por nuestras arterias mientras, señoriales, nos deleitábamos con él.




Todo parecía felicidad, entre risas, brindis y alegría.


Pero hasta los juegos más tranquilos con falsas wiiarmas contra zombies en pantallas, no eran más que sutiles entrenamientos para lo enfrentarse a un futuro aterrador.
Una locura de artes mágicas capaces de manipular las modernas tecnologías con rituales aprendidos por ancestros.











Acudirían a la taberna del Averno. La más infernal de toda la comarca. Plagada de seres de enormes plataformas, seres nacidos de lo más profundo de nuestra negra imaginación.


Pero esa noche era el carnaval de nuestros guerreros antes de la muerte y la destrucción.
Ese día nadie debía conocer su fiereza, pues el engaño y la sorpresa es una de las principales máximas del divino arte de la guerra.
Y así, ataviados a la moderna usanza engañarían y festejarían tal vez por última vez su vida.

Bailes, cánticos, palmas.











Unos se sentirían deseados.






Mientras el hacedor de giros encantaba a las damas con sus vueltas.









Otros preferían, entre susurros, maquinar las estrategias.









Todo debía parecer amor fraterno.





Hasta el amanecer de los sueños... Pues el descanso del guerrero es un regalo que se debe de otorgar.

La mañana atardecida nos deparaba el más grande festejo alimenticio que un vikingo puede esperar. A costa del paso de los años humanos, pudieron nutrir sus airados corazones.











No sólo de patatas y pizza vive el vikingo y la necesidad de carne abrasada y de cerveza que tornaría sus hígados en fuente de la ira era requerida para el campo de batalla. Todo debía seguir permaneciendo oculto.

La hipócrita sonrisa terrenal debía seguir siendo su seña de identidad.











Nadie debía saber la oscura verdad de sus corazones. ¿Quiénes eran en realidad?
Inocencia y debilidad parecían ser sus estandartes. Y así debía continuar.
Sólo los marcados instintos animales lograban detectar su engaño.










Pero entre los humanos, entre antropomorfos..., nadie podía saber..., nadie debía saber.
¿Quiénes eran? ¿Qué eran? ¿Tejanos venidos de más allá del mar? (Pues aquel festejo alimenticio bien recordaba a un guateque estadounidense).

























Sólo parecían alegres festejadores de la vida o tranquilos soñadores. Ja! Nada más allá de la realidad.










La llama de los alimentos empezaría a hacer estragos y alguno no fue capaz de controlar la locura que arribaba.



Ni el señor de los fuegos...







...ni la dama de las danzas perversas.


Todos necesitaban chillar a los cuatro vientos que la venganza de la afrenta a nuestra tierra estaba por llegar.








Pero, tras desatar parte de su rabia sin control, consiguieron manejarla y transformarse de nuevo para ir a tomar el sagrado estimulante traído de las tierras del sur. Aunque algunos lo cambiasen por sagrado líquido de malta, en su necesidad de recordar la gloriosa bebida que sus dioses enseñaron a elaborar.












Sólo quedaba un paso más antes de la fase preparatoria.






La adaptación al entorno, el conocimiento de sus costumbres del sur de la Europa que conocían. El tapeo y las raciones.





Y tras él, el alimento nutricio de la sangre y la linfa coaguladas.




La noche ya había caído. Era hora de presentar batalla. Era hora de preparación. Era hora de arduo trabajo y fatiga.
Todo debía ser realizado con el mayor cuidado, con la mayor concentración.
Desde las pinturas de guerra.


Hasta el atuendo de combate. Gran orgullo vikingo el de aquello realizado con tus propias manos y desde el desconocimiento del glorioso arte de la costura. El anverso y el reverso de la vida de un conquistador.








Pasando por el delicado peinado del valeroso guerrero junto a la imagen del candor.




Siempre rodeados de incautos, inconscientes capaces de pactar con el mismísimo diablo bajo una escalofriante aura de tranquilidad.









Uno a uno se irían presentando, añadiéndose...



...sumándose al furor...






...oscuras divinidades desplegando ya sus ansias de victoria sangrienta,...





...mientras la música ambiental del metal vikingo más auténtico y potente tronaba a su alrededor.



Y su séquito de zombies asustaba a todo aquél que quisiese acercarse durante la indefensión de la preparación.
Ya no era tiempo de dormir ni de reír,...








...ya no era tiempo de amistades con humanos sino de rehenes.









Era el tiempo de los:

¡¡¡VIKINGS OF METAAAAAAAAALLLLLL!!!

De esta forma, iracundos; sedientos de lucha, acudían al más terrorífico mundo de la noche.

A mostrar su soberbia y su altivez...

...en aquel lugar de variopintas criaturas.

Orgullosos mostrarían las heridas infringidas a lo largo de épicas contiendas. Recuerdos duraderos de las gloriosas victorias o las más viles derrotas.











Tambores de guerra con baquetas infernales.

Gritos despiadados que resonarían por siempre en el oído de los mortales. Gritos que despertarían su mundo de pesadillas cada vez que Morfeo les cubriera con su manto de ahora en adelante.


Sin piedad, ni siquiera entre semejantes. Esa emoción no tenía cabida en ellos. Olvidando muchas veces la línea que separa la vida de la muerte.
















Esa batalla se ganó. Pero tuvieron que discurrir por inhóspitos senderos donde la confusión se tornaría contra ellos llegando a crear clones de la noche. Sombras semejantes difíciles de distinguir, pero que fueron reducidas como si de inerme arena se tratara.



No fue fácil el trayecto hasta la siguiente tierra a conquistar.



Aún así, nada impediría a nuestros fornidos combatientes alcanzarla.




Y allí desplegarían de verdad toda su fuerza impregnada de una rabia contenida.


Sin compasión contra campesinos; dulces ordeñadores de vacas a los que arrebatarían sus vidas.


Ellos lucharon con honor, repitiendo antiguas hazañas,...



...mientras el amo del hacha observaba y decidía quién vencería. Quién había demostrado ser merecedor del más sagrado de los dones. Y en el cénit de la lucha decidió.




Y tras sudor, sangre, lágrimas, rencor, oscuridad... el néctar del premio de la Victoria acabaría en manos de nuestros guerreros que se deleitarían en su delicioso sabor a inmortalidad.











Seis luchadores insaciables, infatigables.

Todo parecía haber acabado con gloria y fortuna.


Mas la confusión empezó a reinar.



Algunos ya no sabían quiénes eran, si hombres o mujeres.




Otros confundirían sus hachas con el rugir y estruendo de las modernas guitarras eléctricas, perdiendo todo sentido de antigüedad.







Mientras las convulsiones de unas danzas actuales embriagaban a las más rudas valkirias.






El señor de la oscuridad intentaba poner orden en este caos.







Pero una entidad desconocida se ocultaba tras ellos siempre que buscaban la serenidad.














¿Quién sería aquélla sombra perturbadora que actuaba a sus espaldas?



Sombra que enfrentaría a los dos últimos supervivientes. A dos antiguos aliados por una afrenta que no debía merecer perdón.










Sombra que provocaría un misterioso aura de felicidad y tranquilidad entre los simples mortales, dónde sólo querían dejar como recuerdo el miedo y el horror.



En un alarde de valentía fueron invocados los metalcuernos del diablo, hacedor de maldades, para arreglar semejante parodia.







Y así, con el sacrificio de un zombie-humano, su alma fue convocada y despertó...






...para ofrecer la bendición y de este modo recuperaron el alma oscura que debían poseer.


Pero, dirigiéndose a la última morada abierta, la sombra de la alegría les perseguiría con su afilada espada.



Y allí, entre las almas muertas que vagaban entre vapores de somnolencia,...






...sus corazones se fundieron y mostraron sus siempre albergadas debilidades, sus bien escondidos atributos junto a aquéllos a los que previamente habían arrebatado la vida mortal, con los que se forjaron tenebrosas amistades.














La mañana llegó. Y con ella la fusión de las criaturas. El despertar del sueño que te empapa con la unión de las almas adormecidas.



Otro viaje llegaría; pero éste nunca se habría de olvidar.






Esta foto va dedicada a mi linaje femenino superior, que lo mismo no se creen que el traje es de fabricación artesanal.
¡¡¡Toma ya, con pose y todo!!! ¡¡¡Ole esas botas de pelo!!!










De vuelta al Valhalla, todo lo que queda es música celestial...

(El que no note sus músculos bailando levemente con la próxima canción es que no tiene sangre en las venas).