Para todos aquéllos capaces de reflexión

Un pequeño homenaje a todas aquéllas personas capaces de reflexionar, de divagar y filosofar, de leer una frase y pensar. Para los que aún son capaces de aprender y mejorar. Para los que no creen que ya están bien cómo están. Para los que no consideran que pensar es de "rallados". Para los capaces de escuchar a los demás y razonar. Para los que aceptan que no se piense como ellos y respetan tus argumentos y aprenden de éstos. Para los que, aún siendo firmes en sus ideas, son conscientes de que pueden estar confundidos. En definitiva para aquéllas personas que tal vez puedan o no tener mucha cultura, pero tienen empatía, ética y moral, lo que viene a ser Inteligencia. Para todos ellos voy a citar pequeñas frases pronunciadas por ellos o recordadas por ellos aun siendo de otros autores, frases de cada día que una vez dijeron y me hicieron pensar y memoricé, porque es de lo que extraemos aprendizaje personal de lo que nos debemos acordar, si no recuerdas el dato concreto, al menos lo aprendido, la sensación recibida y la mejora lograda.

La primera alusión a una frase que tiene un antiguo amigo puesta en su messenger:

"Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible"

Mahatma Gandhi

Por una vez no comentaré las frases, cada uno que extraiga lo que quiera extraer según su capacidad pues quien no aprende nada de grandes frases tampoco lo aprenderá de explicaciones, eso depende sólo de cada uno.

La siguiente alusión ya se la pedí prestada a un canario muy simpático porque todo su comentario me pareció extraordinario. Pero pronunciaré la parte que más me impactó.

"No me gusta el autoengaño, quiero ver más allá de mi nariz, por eso no trago con la gente cuando son incapaces de ver lo que son"

Y tal vez muy relacionada con ésta, se me quedó grabada una frase, dicha dentro de una conversación anodina, pero no por ello, si tenemos capacidad de observación de los mínimos detalles, conversaciones de las que se pueda aprender menos, dicha por un compañero de profesión muy amable en un viaje de avión a Madeira:

"Es que la crítica es mil veces más fácil que la autocrítica"

Y aquí sí que quiero añadir, "la autocrítica es sólo para inteligencias privilegiadas, la crítica es para mediocres que pretenden sentirse más haciendo que los demás sean menos". Y podría comentar mucho más sobre esto, pero voy a hacer un esfuerzo sobrehumano, callarme y dejarlo simplemente ahí. Porque es para vosotros que pensáis y sólo para vosotros.