domingo, 17 de febrero de 2008

Emoción, intriga, dolor de barriga


Andaba yo analizando en mi cabeza la personalidad de Dexter y de repente me encuentro con otra maravillosa serie con un personaje parecido: Death Note.
Ninguno de los dos tiene verdadera conciencia, pero tampoco carentes de ella. ¿Dónde los encuadramos entonces? Yo diría que en el subgrupo de personas con aparente conciencia a ojos de los demás pero que no es real puesto que hagan lo que hagan siempre van a encontrar argumentos y excusas para considerar que hasta la peor de sus acciones está justificada, culpabilizando a las circunstancias o terceras personas por sus actos, por lo que jamás se sienten mal y pueden mirarse al espejo tranquilamente y dormir agusto por las noches, llegándose a considerar hasta dioses y vengadores de la justicia en el increíble mundo de las series y los libros. Miles de veces más peligrosos por estar dotados de un falso autocontrol que les permite tiempo para manipular las situaciones, que los que directamente no comprenden la maldad de sus acciones. Son los que llamo: Personas tipo Dexter (en honor a este gran personaje).

Gran serie en la que un magnífico Michael C. Hall nos demuestra sus capacidades interpretativas para transformarse en un asesino en serie frío y calculador, pero que aparenta ser, a ojos de los demás, la persona más maravillosa del mundo, un capacitado forense que se encuentra dentro del Departamento de Policía de Miami, cuya inteligencia le permite saber cómo debe comportarse delante de los demás. Moderno Dr. Jekyll y Mr. Hyde que, como en la mayoría de los casos sólo llegan a comprender y a descubrir personas iguales a él, con su misma personalidad e inteligencia pero que han enfocado sus habilidades hacia objetivos diferentes. Sean diametralmente opuestos o no lo sean. Dexter, en su búsqueda por sentir que lo que hace es del todo correcto llegará a encontrar un porqué al momento de matar a un inocente. Y su encrucijada mental, la lucha con su conciencia, se verá resuelta bajo el peso de su pensamiento aparentemente equilibrado. Carente por tanto de sentimientos, carente de algo que le perturbe el sueño. Aunque parezca darse cuenta de su profundo vacío.

Y me reitero en mi adoración a este actor que personalmente, consiguió engañarme y ni me di cuenta que era el mismo de A Dos Metros Bajo Tierra, dada su capacidad de adaptación al personaje y su nuevo cambio hacia una fría mirada asesina.


Estupenda serie esta de Dexter basada (como todo buen guión) en la novela "El Oscuro Pasajero" de Jeff Lindsay.


Y como digo, en estas divagaciones psicológicas andaba yo cuando me encuentro con el personaje de Death Note: Light Yagami. Un estudiante de instituto al principio que se encuentra casualmente con el Death Note de un Shinigami, un cuaderno que permite matar a las personas con sólo escribir su nombre y visualizar su rostro en tu cabeza. Cuaderno que puede ser manipulado para matar de muchas formas y al que acompañará la visita de el Shinigami Ryuk que acompañará a Light donde vaya por la mera diversión de las interesantes actuaciones de los humanos. La inteligencia unida al orgullo y endiosamiento de Light le hacen comenzar a matar a los criminales que la policía no consigue encarcelar o no consigue destruir (¿no os recuerda un poco a alguien llamado Dexter?), y sentir que gracias a él se puede conseguir un mundo de verdadera justicia, pacífico y equilibrado donde sólo vivirán en tranquilidad los inocentes. A ello se unirá la suerte que parece recordarle que sólo el hecho de ser un verdadero Dios y saber de la bondad de sus atroces acciones puede justificar que muchas veces la misma casualidad le salve de las situaciones. Pero se encontrará con un gran detective de una empatía envidiable, capaz de comprender cada paso y cada elucubración de personalidades tan confusas y poco evidentes como la de Light (que pasará a conocerse como el asesino en serie Kira). Este detective, conocido como L., extravagante a la vez que brillante, consigue adelantarse a las reacciones que se provocan en cada persona y por ello es conocido por haber resuelto los casos mundiales más complicados y le permite acercarse y conocer a Kira, todo gracias a que, a pesar de perseguirse el uno al otro, a pesar de parecer totalmente distintos, son dos personas que se encuentran por ser iguales hallando casi en algún momento un amigo en su adversario. Alguien que es como él.


Gran thriller con toques policíacos creado por Tsugumi Oba e ilustrado por Takeshi Obata en el que los dos brillantes cerebros de L. y Kira obligarán a dar giros al contrario, y resolver las situaciones de la forma más inteligente y rápida, sin escrúpulos muchas veces, con ideas que rozan lo maquiavélico. Una serie en la que nos encontramos ese toque tan interesante que se da siempre que el perseguidor y perseguido logran comprenderse porque en el fondo su forma de pensar es la misma y logran adentrarse en los pensamientos del contrario. Con personajes que aparecen y se entrelazan en cada capítulo para complicar cada vez más la trama. Con suspense, engaños y falsas pistas y esos malditos cliffhangers que nos mantienen enganchados y nos obligan a ver un capítulo tras otro, que nos hace revivir lo que sentiría el sultán Schahriar cuando Sherezade noche tras noche le dejaba con la miel en los labios sin darle final a sus cuentos para poder ganar un día más de vida en Las Mil y Una Noches.

A pesar de toda la genialidad de esta serie, para mi gusto no llega a superar grandes thriller como











mucho más complejos y maduros a mi parecer. Pero como me tiene enganchadísima os dejo porque me voy a ver otro capítulo del total de 37 que contiene, pues por suerte es una serie conclusiva (menos mal, ya voy por el 20 y esto cada vez está más surreal e interesante, además de tener nuevos openning y ending).



Atentos al ending con el Stepmanía, a ver si lo encuentro y me saco el baile, que tiene pinta de ser de los interesantes. ¡¡¡Jano, te retoooo!!!






7 comentarios:

Anónimo dijo...

3 grandiosas obras. Si te está gustando la serie de Death Note, te recomiendo que te leas el manga, tiene 12 tomos. Yo de momento me he leído hasta el 4 y el autor es buenísimo.
Y sigo pensando que el Michael C. Hall es un manta como actor, igual que Wentworth Miller (Michael Scofield), que son como Zoolander con sus mirada azul y mirada acero, que eran todas la misma. En Dexter no actúa, pone cara seria y ya está.
Y no acepto tu reto para la alfombra. ¿Qué quieres?¿Que me rompa la cadera?

Roxa dijo...

¡¡¡Cómo que no me aceptas el reto!!! ¡Eres el único rival digno de mí, por dios! No pretenderás que compita con, no sé, Dudu o Juampe o Dani, y les destroce desde el primer paso. ¡Hombre no me hagas eso!

Bueno, sobre lo del manga, pues ya sabes, si algún día me los puedes dejar sería todo un detalle (de entre toda la colección que te he pedido, que ya sabes que yo devuelvo los libros). Habrá que buscar más obras del autor (está muy grillaete, pero le está gustando a todo el mundo).

Por cierto, métete con Wentworth Miller y te aseguro que la cadera no se te va a romper precisamente bailando, que llevo mucho tiempo sin entrenar y me vienen bien unos buenos postes para dar patadas.

Roxa dijo...

¡Dios! ¡Cómo se está poniendo esto en el capítulo 25! ¡¡¡Impresionante!!! Cada vez está más interesante.
¡¡¡Cómo se les está yendo la olla!!!

Anónimo dijo...

Si hay alguna serie que se merece que me arrastre por los suelos, esa es MONSTER, QUE PEDAZO SERIEEE!!!!!!!

Angelo (AL)

Roxa dijo...

Tú lo has dicho. Sencillamente impresionante. A ver si encuentro alguna que pueda equipararse a Monster, ¡seguro qué tú sabes de buenas series, se admiten sugerencias ¿eh?!

Anónimo dijo...

Yo es que sinceramente no veo ninguna que le llegue a la suela o que sea equiparable por lo menos en temática... se que han sacado MOnster dobalada al castellano asi que quizas vuelvo a la carga con la serie... aunqie viendo albergo la esperanza de una continuación!!!

Angel L.

Roxa dijo...

Está por ahí para bajarse la serie en anime, efectivamente ya en español (es que yo hace un tiempo ya la anduve viendo en franchutín). Pero es verdad que es un comic monstruosamente magnífico, todo es perfecto en él, personajes, trama, contexto, una maravilla.