lunes, 17 de marzo de 2008

Valencia en Fallas...

Valencia en Fallas, Valencia en Fallas!!!

Así cantábamos por las calles valencianas una y otra vez con nuestro pañuelito al cuello hace tres años cuando acudimos a dejar nuestra huella por aquellas tierras horchateras (y no porque tengan horchata en las venas, que por su sangre, como todos saben, corre zumo de naranja). Y qué mejor momento para recordarlo que... ahora. En plena festividad fallera.

Todo comenzaba con una pequeña salida nocturna por Cullera y, personalmente lo que mejor recuerdo es lo enfermísimos que eran los culleranos (o como quiera que se llamen). Lo mejor de la noche, el bañito en esta playa que al día siguiente se despertaría calmada sin saber que cuatro colga`os invadieron su tranquilidad en la noche. Allí nos bañamos si mal no recuerdo Diana, Kiko, Txurry y yo, como a las 4 de la noche y... ¡qué fría estaba el agua, dios! ¡pa` cogerse un resfria`o! Menos mal que nos hizo un fin de semana de lujo.
Tras el cacho desayuno en el hotel cogeríamos un tren que poco a poco se iba llenando y llenando y llenando a cada parada hasta que estuvimos a punto de perder entre la marabunta a alguno de los colegas desmaya`o por el aire (o por la falta de él más bien).


Pero llegamos sanos y salvos a Valencia. Y para celebrarlo ¡nos hicimos una foto!



Maravillosas las fallas, la arquitectura valenciana y...






...de lo que más impresionaría, la Virgen de los Desamparados echa con flores, de una altura insuperable..., asombrosa; y las fallas visitables por dentro, con recorrido en su interior a 2 euros la entrada (en España se hace negocio hasta del material a calcinar).




Y después del día, de la mascletá, del arrocito y del calor, llegaría la noche con sus casetas y su fiesta y su locura. A la espera de la quema recorrimos varios bares hasta encontrar aquel que haríamos nuestro (por ser el único que tenía mesa para todos nosotros, básicamente).


Entre Ribeiro y Ribeiro y Ribeiro, entre juego y juego y juego; no sé a quién se le ocurrió cantarle a la Fernanda el cumpleaños feliz, eso sí, 4 meses antes de su fecha, y de esta forma comenzó el cachondeo con los camareros que ya nos tenían fichados y vinieron a unirse a nuestra fiesta vacilando por un lado, dudando de la veracidad del cumpleaños (y bien que hacían) pero terminando por invitarnos a más Ribeiro y a una tartita de Santiago a la que sólo le faltó la vela, para terminar de cubrir la tontería.



Y bajo el frío de la noche comenzó la famosísima Cremá que ocultaría la noche con volutas de humo blanco.



Aún recuerdo a Txurry cuando un policía le echó la bronca por un petardito de nada (todo el mundo poniendo petardazos y el probe se come un marrón por un momentito de felicidad infantil jajaja).


Pero no importa ¡te queremos como ereeeessss!


Y acabaron los incendios y nuestros pies nos dirigieron hasta las más famosas discotecas. Nuestros pies nos dirigieron pero nuestras sucias zapatillas nos impidieron el paso. Porque estos valencianines son un poco pijines, y en una fiesta donde todo el mundo lleva la peor indumentaria, se dedicen a no dejar pasar en ningún lado si no llevas zapatitos. Así que todo el conglomerado de zarrapastrosos nos reuniríamos en el único pub abierto a todo tipo de personas y personajes de lo más variopinto. Lo que viene a significar que en el pub no entraba ni el filo de una aguja.

Y así fue pasando la noche hasta que, de nuevo, nuestros pies nos dirigieron a la estación dispuestos a coger el tren fantasma que salía a la hora prevista, ¿prevista por quién?. Pero ese tren a Cullera pasó por invisible o nuestros ojos no captaron su presencia y las chicas de la estación nos dieron la alegría de nuestra vida cuando nos informaron que tendríamos que esperar aún casi dos horas para poder resposar nuestros cansados traseros en las sillas del tren y reposar nuestras cabezas en la camita calentita, suave y adorable de la habitación. Pero el frío del amanecer no nos quitó la sonrisa de la cara y el alien que habitaba en nuestro estómago nos condujo al McDonald`s que había frente a la estación tras superar la dura prueba de cruzar la calle en los 18 segundos que marcaban los semáforos tan modernos de la ciudad de Valencia.

Y así, entre tontería y tontería, gilipollez tras gilipollez y subnormalidad tras subnormalidad,con el cachondeo que provocaban los personajillos demacrados de todas las clases que pasaban por la hamburguesería porque ¡vaya percal que había a esas horas!, conseguimos aguantar en pie hasta la hora de dormir al calor de las sábanas.
Pero claro, el día siguiente (o más bien el mismo día) no era para dormir precisamente, era para aprovecharlo.


Así que, con buen pie y una marcha inusual para lo poco que dormimos (acostumbrados nuestros cuerpos a pasar semanas enteras de campamento y de vacaciones a base de dormir una media de 3 horas) nos dirijimos en busca de algo que visitar y nos encontramos con unas lindas rutas y unos lindos miradores; que nos abrirían el apetito para la pedazo de paella que estaba por llegar.


De la cual no dejamos ni las ronchas que se pegan al recipiente (esa parte quemadita, deliciosa, maravillosa, riquísima, sabrosa...babas, babas).
Lástima que no tengo fotos del viejillo que se acercó a vendernos... ¿qué era aquéllo? ¿Campanillas? ¡Menudo personaje!



Y con el resto de tiempo y energía que nos quedaba ¿qué hicimos? Pues ¡salir corriendo hacia la playa a jugar con no me acuerdo qué, tan criajos como siempre! De hecho tan infantiles que hasta los niños se nos acercaron porque ¿quién es el niño que está a la izquierda de la foto? ¿alguien lo recuerda? ¿qué leches hace ahí? ¿de dónde apareció? ¿acaso es el famoso niño fantasma de la playa que te avisa que tras la séptima duna a la derecha una mujer se mató en un accidente al tropezar con un peligrosísimo cactus devorahombres? No lo sé. ¡Hay tantas cuestiones por resolver! ¡ay!

Y de esta guisa retornamos al abrigo de nuestros adorados hogares, añadiendo un recuerdo más a nuestras incontables y azarosas hazañas.

¡¡¡Valenciaaaaa, es la tierra de las flores de la luz y del amoooooorrr,
Valencia, sus mujeres todas tienen de las rosas el colooooorrr...!!! Continuará...

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