sábado, 17 de mayo de 2008

Pensamiento equilibrado

Andaba yo leyendo cuando me he encontrado con la siguiente reflexión que me ha movilizado las neuronas y me ha hecho recordar divagaciones pasadas que coinciden con la idea de este psicólogo:
"Luego todo pasa, se olvida, se arregla. Ha cambiado la situación, el momento, la persona, pero el desasosiego y la indisposición continúa. El pensamiento sigue atacado por las reminiscencias como si aún se estuviese viviendo el mal momento de la vida, que paradójicamente ha sido superado. Sin embargo cuanto más se insiste en modificar el estado, más persiste la zozobra y el recelo. Cualquier detalle puede hacer detonar nuevamente lo sufrido y reeditarlo."
Y es que , quien niega sus emociones se niega a sí mismo.
Los sentimientos y sensaciones son como la energía, no se pueden eliminar, sólo se transforman.
Pero pretender transformar las emociones y deseos, dado que supone forzar nuestra realidad, sólo lleva a la autodestrucción o, dependiento del nivel de conciencia, a la destrucción de otra persona en tus ansias por justificar y dar razones lógicas y coherentes a tu nueva posición transformada.

La decisión del inteligente, del autoreflexivo, del que llega a comprenderse en profundidad a sí mismo, es aquella decisión capaz de equilibrar la razón con ese autoconocimiento y aceptación de sus propias emociones, y las tiene en cuenta. Muy al contrario de lo que se cree (pensamiento heredado e integrado en el inconsciente colectivo en el que "ser emocional es ser débil"), las buenas y correctas decisiones no son aquéllas en las que sólo se racionaliza, sino las que toman las personas capaces, como dije, de conocerse y entenderse muy bien a sí mismas para tener en cuenta a la hora de elegir, lo que son y lo que, de verdad, desean.
Y algo que debiera ser tan básico e instintivo, tan simple de comprender, hubo que esperar a casi el s. XXI para que comenzasen a aparecer modernas teorías redactadas por profesionales que evolucionan tras la llamada "revolución emocional" de finales de los 90, que tienden más al respeto de lo que supone en su globalidad el ser humano y no a pretender cambiarlo en pos de un supuesto control y perfección, en cierto modo, inhumana.
No es cuestión de dejarse llevar, ni es cuestión de racionalizar; es, como siempre, cuestión de equilibrar estas dos partes. Pues todo en esta vida es correcto cuando responde al equilibrio.

Curiosamente, al final de toda la lectura, me he encontrado con una frase que también me ha llamado bastante la atención. Así que la comparto con vosotros:

"El ser vivo necesita oxígeno; el cuerpo caricias, y el espíritu: Libertad"

Y es por esta libertad ansiada que escribí mis reflexiones. Pues no hay peor enjaulamiento ni más sufrido que no poder expresarse con libertad por miedo a las represalias.
Como siempre, me sorprende en estas frases encontrarme que en dos líneas se puedan resumir grandes ideas y es que, como sabiamente dicen, "a buen entendedor pocas palabras bastan".
Por desgracia hay que ser "buen entendedor" o estas pequeñas frases pasan por nuestras mentes sin dejar huella en nuestras almas.


Ya que estoy, dedico esta entrada a todas aquellas amigas y amigos con los que siempre pude mantener largas horas de conversación y discusión inteligente compartiendo teorías y opiniones diferentes. No hace falta nombraros, vosotros sabéis quiénes sois.

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